domingo, 6 de marzo de 2016

SINDROME DOWN


BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS A MI BLOG, EN ESTA OCASIÓN LES HABLARE SOBRE UN TEMA NO ES MUY FRECUENTE PERO, QUE SI ES MUY IMPORTANTE QUE TODOS Y TODAS SEPAMOS DE EL SÍNDROME DE DOWN.


MATERIA: INFORMATICA


DOCENTE: RAQUEL ESPERANZA MEDRANO


SECCIÓN: 2° SALUD "B"


NOMBRE: KRISSYA MARLIETH MOLINA CERON



EL SÍNDROME DE DOWN

Trastorno congénito caracterizado por distintos grados de retraso mental y defectos múltiples .Es la anomalía cromosomica mas frecuente que determina un síndrome generalizado .Se debe a la existencia de un cromosoma 21 adicional en el grupo G o,en un pequeño porcentaje de casos, a la traslocacion de los cromosomas 14 o 15 en el grupo D y los cromosomas 21 o 22. Denominado también idiocia mongoloide, mongolismo, trisomia G, síndrome de la trisomia 21.
Afecta aproximadamente a uno de cada 600 a 650 nacidos vivos y se asocia con edad materna avanzada, particularmente superior a los 35 años. Su incidencia

Este trastorno, que puede diagnosticarse en la etapa prenatal por omniscientes, también tiene una variante mosaico en la cual existe una mezcla de células normales y otras con trisomia 21. Estos pacientes tienen menos defectos físicos y un retraso mental mas leve dependiendo del grado demosaicismo. Los lactantes afectados son de pequeño tamaño, hiptonicos y presentan tipicamente microcefalia, braquicefalia, occipucio aplanado y una cara muy característica con inclinacion mongoloide de los ojos, deprecion del puente nasal, implantación baja de las orejas y una lengua grande y protrusiva surcada de grietas y carente de la fisura central. Las manos son cortas y anchas y presentan un pliegue palmar  transverso o de simio. Los dedos son toscos y presentan clinodactilia, sobre los quintos. Los pies son también amplios y toscos y se observa en ellos un amplio espacio entre el primero y el segundo dedos y un pliegue plantar prominente .

La tasa de mortalidad de estos niños es elevada en los primeros años, especialmente cuando sufren anomalías cardíacas. Los que sobreviven suelen ser corpulentos pero con una estatura inferior a la media y presentan un desarrollo sexual tardío o incompleto. Llegan a la vida adulta o incluso a la ancianidad pero tienen siempre tendencia a sufrir infecciones respiratorias, neumonitis y otras enfermedades pulmonares .
Todos los miembros de la familia deben comprender que el niño con síndrome de Down tienen las mismas necesidades básicas que los demás en lo que e refiere a juegos, disciplina e interacciones sociales.

El dato arqueológico más antiguo del que se tiene noticia sobre el síndrome de Down es el hallazgo de un cráneo sajón del siglo VII, en el que se describieron anomalías estructurales compatibles con un varón con dicho síndrome.3 La pintura al temple sobre madera La Virgen y el Niño de Andrea Mantegna (1430-1506) parece representar un niño con rasgos que evocan los de la trisomía,4 así como el cuadro de sir Joshua Reynolds (1773Retrato de Lady Cockburn con sus tres hijos, en el que aparece uno de los hijos con rasgos faciales típicos del SD.5
El primer informe documentado de un niño con SD se atribuye a Étienne Esquirol en 1838,6 denominándose en sus inicios “cretinismo7 o “idiocia furfurácea”. P. Martin Duncan en 1886 describe textualmente a “una niña de cabeza pequeña, redondeada, con ojos achinados, que dejaba colgar la lengua y apenas pronunciaba unas pocas palabras”.8
En ese año el médico inglés John Langdon Down trabajaba como director del Asilo para Retrasados Mentales de Earlswood, en Surrey, realizando un exhaustivo estudio a muchos de sus pacientes. Con esos datos publicó en el London Hospital Reports un artículo titulado:  donde describía pormenorizadamente las características físicas de un grupo de pacientes que presentaban muchas similitudes, también en su capacidad de imitación y en su sentido del humor.
Las primeras descripciones del síndrome achacaban su origen a diversas enfermedades de los progenitores, estableciendo su patogenia con base en una involución o retroceso a un estado filogenético más “primitivo”.
Alguna teoría más curiosa indicaba la potencialidad de la tuberculosis para “romper la barrera de especie”, de modo que padres occidentales podían tener hijos “orientales” (o “mongólicos”, en expresión del propio Dr. Down, por las similitudes faciales de estos individuos con los grupos nómadas del centro de Mongolia). Tras varias comunicaciones científicas, finalmente en 1909 G. E. Shuttleworth menciona por primera vez la edad materna avanzada como un factor de riesgo para la aparición del síndrome.9 De camino a la denominación actual el síndrome fue rebautizado como “idiocia calmuca10” o “niños inconclusos”.
En cuanto a su etiología, es en el año 1932 cuando el oftalmólogo neerlandés Petrus Johannes Waardenburg hace referencia por vez primera a un reparto anormal de material cromosómico como posible causa del SD.11 En 1956 Tjio y Levan demuestran la existencia de 46 cromosomas en el ser humano y poco después, en el año 1959 Lejeune, Gautrier y Turpin demuestran que las personas con SD portan 47 cromosomas. (Esto último lo demostró de manera simultánea la inglesa Pat Jacobs, olvidada a menudo en las reseñas históricas).
En 1961 un grupo de científicos (entre los que se incluía un familiar del Dr. Down) proponen el cambio de denominación al actual “síndrome de Down”, ya que los términos “mongol” o “mongolismo” podían resultar ofensivos.12 En 1965 la OMS (Organización Mundial de la Salud) hace efectivo el cambio de nomenclatura tras una petición formal del delegado de Mongolia.13 El propio Lejeune propuso la denominación alternativa de “trisomía 21” cuando, poco tiempo después de su descubrimiento, se averiguó en qué par de cromosomas se encontraba el exceso de material genético.
En el año 2014 se publicó un estudio novedoso realizado a partir de los fibroblastos de gemelos monocigóticos discordantes para síndrome de Down. Uno de los gemelos padecía el síndrome y el otro no. Este hecho permitió estudiar la variabilidad genómica debida al síndrome de Down eliminando la variación genética entre muestras.
El estudio del transcriptoma de dichos fibroblastos mostró diferencias en la expresión de 182 genes. Además se observó una menor expresión de proteínas implicadas en rutas de señalización y respuesta inflamatoria. Uno de los hechos más destacados es que se encontraron dominios cromosómicos bien definidos con distintos perfiles de expresión, alternando regiones de expresión aumentada con otras regiones de expresión disminuida. Tras estas observaciones se concluyó que la expresión génica diferencial en síndrome de down no se organiza aleatoriamente, si no que sigue un patrón específico a lo largo de los cromosomas. A estos dominios de expresión génica desregulada se les conoce como GEDDs (Gene expression dysregulation domains). En paralelo se realizó el estudio del transcriptoma de fibroblastos de gemelos monocigóticos sanos y no se observaron estos dominios GEDDs. La organización en dominios en los gemelos discordantes podría ser atribuida fundamentalmente a la copia extra del cromosoma 21. Además, la expresión génica en el contexto de célula trisómica podría estar menos afinada y ser menos dinámica.
Anteriormente a estos descubrimientos, se había descrito ya la organización en dominios de los cromosomas de mamíferos con la identificación de los LADs (Lamina associated domains) cuya característica fundamental era la inhibición generalizada de la expresión génica. Estas regiones presentan una baja densidad de genes y una expresión génica disminuida entre otras características. Los genes en LADs están sobreexpresados en el gemelo con síndrome de down, al contrario de los genes localizados fuera de los LADs. De la comparación entre estos dominios lámina-asociados y los GEDDs se obtuvieron dos conclusiones fundamentales, que la interacción genoma-lámina nuclear podría estar modificada en núcleos trisómicos (derepresión en células trisómicas) y que la topología de los dominios LADs no se perturba por la presencia de un cromosoma extra.

En cuanto al entorno cromatínico en estos dominios de expresión génica desregulada, no se observan cambios en la topología del genoma de los fibroblastos con síndrome de down, lo que sugiere la existencia de posibles modificaciones epigenéticas en los dominios cromosómicos de células trisómicas. La comparación de los cambios de metilación de ADN entre el gemelo sano y el gemelo con síndrome de down, y la posterior comparación con los GEDDs muestra que la alteración de la expresión génica no puede ser explicada completamente por los cambios en la metilación. Algunos estudios anteriores han descrito que el ciclo celular es más largo en el núcleo trisómico sin afectar al tiempo de replicación, esto resultaría en un mayor tiempo de cromatina abierta y por tanto un aumento en la transcripción. Por último, cambios en la actividad transcripcional podrían estar influenciados por cambios en las marcars de la cromatina como H3K4me3. Los GEDDs coinciden con modificaciones de histonas metiladas en fibroblastos trisómicos.
Como conclusión, se podría decir que la presencia de un pequeño fragmento de ADN extra en el genoma (1%) puede alterar el transcriptoma entero. Esto es interesante porque la perturbación de la regulación génica puede ser común a otras anomalías cromosómicas. Los mecanismos que están detrás de esta organización en dominios GEDDs pueden explicarse de dos formas: La sobreexpresión de uno o más genes del HSA21 modifica el entorno cromatínico del compartimento nuclear en células trisómicas, lo que alteraría el transcriptoma y daría lugar al los distintos fenotipos. La segunda explicación sería que los GEDDS aparezcan como resultado del material cromosómico extra en la trisomía del 21.
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BIBLIOGRAFIA : DICCIONARIO DE MEDICINA OCEANO MOSBY,.